martes, 18 de agosto de 2015

El 20% de poco



La capacidad de vender, de comunicarse con otro ser humano, cliente, empleado, jefe, esposa o hijo, constituye la base del éxito personal. Las habilidades de comunicación como escribir, hablar y negociar son fundamentales para una vida exitosa.” Robert Kiyosaki

Conforme avanza el tiempo, la sociedad tiende a volverse perezosa, los seres humanos prefieren la comodidad en lugar del reto, la tranquilidad en lugar del sacrificio, la deuda en lugar del ahorro,  la esclavitud en lugar de la libertad, el miedo en lugar del atrevimiento, así como lo mencionó Kiyosaki, está en lo correcto.

Desde pequeños, en los centros educativos se nos enseñan clases fundamentales, una de ellas el español en donde se nos muestra lo que es la ortografía, la conjugación del verbo, pero pocas veces o posiblemente nunca se nos enseña a redactar. Y seguimos avanzando en el cronograma histórico y nos enfrentamos a situaciones  que se dan en la educación media y  superior, nos damos cuenta que es indispensable hablar en público, para dar alguna clase, presentar un proyecto o defender tu tesis, pero, ¿qué es lo que sucede? que no estamos preparados para hacerlo, nos tiemblan las piernas, se nos olvida lo que explicaremos y cómo tampoco sabemos escribir el resultado puede ser catastrófico.  Siguiendo en esta montaña rusa de emociones, llegamos a una etapa de nuestras vidas en donde ahora el hablar en público y escribir no serán suficientes, porque ahora es necesario emplear las dos opciones para trabajar con una tercera: La negociación. Negociar es un arte, siempre las dos partes van a buscar un beneficio propio, pero como no tuvimos el interés de prepararnos para estas situaciones, para expresarnos, escribir, preferimos ceder en todo caso, optamos por las negociaciones que son para nosotros todo un caso perdido, algunas veces bajamos el precio de nuestros servicios o productos por el temor de no vender nada, algunas otras,  permitimos se nos explote cuando aceptamos trabajos con sueldos absurdos y miserables o peor aún permitimos que nuestra pareja tenga la decisión sobre todo, porque simplemente no sabemos negociar, no nos gusta negociar o nos da miedo hacerlo, por miedo a perder,  por miedo a  mostrar la falta de persuasión, de facilidad de palabra, de autoestima, porque esto también se puede observar en las negociaciones, tu autoestima va a definir muchísimas cosas, tu lenguaje corporal va a delatarte, tu expresión facial, te liquidará.


Estos 3 elementos son importantes, escribir, hablar y negociar. Hoy debes darte cuenta que  tu mejor inversión es la que haces en ti, en tu mente, en tu preparación, para que  el día de mañana  estés preparado  para enfrentar un mundo demasiado competitivo, con muchos cazadores en busca de devorar a su presa.



Entonces, aprovecho este espacio para darte unos consejos:

·         Al redactar: Pide consejos y opiniones de personas que se dedican a la edición de escritos, no te pasará nada, al contrario, eso te ayudará a mejorar tu estilo, recuerda que a diario redactamos correos, mensajes, etcétera. Antes de compartirlo, lee en voz alta lo que redactaste.
·         Al hablar: Respira profundamente, tranquiliza tu mente, si te encuentras demasiado nervioso previamente a un momento importante para ti, entonces te invito a que pienses en algo que te haga muy feliz, algún momento de tu vida que es inolvidable y te da tranquilidad, hazlo y te darás cuenta que asumirás con tranquilidad la responsabilidad de exponer, pero sobre todo te pido que  DISFRUTES lo que haces y tu RESULTADO será fantástico.

·         Al negociar: Nunca bajes la vista cuando te encuentras uno a uno, nunca mantengas tus brazos por debajo de la mesa, esto, te hace ver débil , nervioso y con miedo, tu lenguaje corporal estará mandando un mensaje muy malo y peor, si estás frente a un gran negociador. No digas que si a todo por miedo a perder un trato, no te comprometas si lo que te ofrecen no te conviene, piensa sí, en el bien de ambas partes, pero recuerda que a veces las decisiones no solo dependen del momento sino que dependen del análisis, pero sobre todas las cosas nunca hagas real la expresión “el 20% de poco siempre será mejor que el 100% de nada”, sé que están en lo cierto, pero ¿planeas estar siempre ganando poco por lo que haces? Claro que no. Pon en marcha estos consejos y observa los resultados, cuando estén empezando a dar frutos escríbeme un correo y platícame tu vivencia.  


Compártelo con quien tú quieras, estoy seguro les va a servir demasiado en todo lo que hagan.