lunes, 29 de agosto de 2016

Pero si tú quieres seremos amigos






Fue un placer conocerte, fue un placer el que la vida nos haya puesto en el mismo camino, sin duda los mejores momentos los pasé junto a tu lado, y hoy, aunque no quieras pronunciar mi humilde nombre siempre serás mi mejor regalo. Muchas veces la vida es injusta, nos hace pasar malos ratos, pero no debemos fijarnos en eso, solo debemos tener en cuenta todo aquello que nos hace felices, todo lo que nos hace reír, recordar y ¿por qué no? También aquello que nos hace llorar, de eso se trata, de vivir, de disfrutar.

MI vida era gris, no tenía sentido, hasta que te conocí, me di cuenta de todo lo que el destino me tenía preparado, pero hoy que ya no estas, me doy cuenta que te pareces tanto a mí, todo lo que no me gusta de mí, tú también lo tienes, por eso quizá no logramos consolidar nuestra relación, por eso hoy te pido que ya no te hagas ni me hagas más daño, no sé si es un sueño aún, después de pasar bellos momentos, hoy ya no estamos juntos, perdona si te hago llorar.

Sabes amor yo siempre te he encontrado, en mis pensamientos, en mis sueños, pero no cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor, y eso, fue lo que acabó con esta relación, nos volvimos rutinarios, las cosas se volvieron insípidas, ya no había color en nuestras vidas, tu rostro dejó de brillar como antes lo hacía, tus labios dejaron de pronunciar mi nombre, tú crees que yo no me daba cuenta, lo que pasa es que no quise más problemas con mi amor, por eso es que decidí dejarte libre, dejarte ser feliz porque sabía que conmigo desde hace mucho tiempo dejaste de serlo, hoy solo pienso que, muy tarde comprendí no te debí amar. Te marchaste, te fuiste, el hueco que dejaste será complicado volverlo a llenar, pero...


Pero si tú quieres seremos amigos…

lunes, 22 de agosto de 2016

HISTORIA CORTA " Me voy con la otra."





En estas malditas horas de insomnio, lo único que a mi mente llega es el recuerdo de sus besos, sus caricias, sus abrazos, cada una de las palabras que me susurraba al oído, por más que quiero arrancar su imagen de mis pensamientos, no logro evitar tener la sensación de su presencia en mi cama, por más que quiero enterrar ese pasad, es imposible despertar sin romper en llanto al ver que una vez más ya no amaneció a mi lado, que injusta es la vida, precisamente en el mejor momento que compartíamos, todo se acabó.

Nuestras vidas se encontraban entrelazadas desde el momento que lo conocí, sus ojos al ver fijamente a los míos me decían que ese momento era el inicio de una larga y grandiosa vida juntos, no puedo negar que ese instante me sentí intimidada, apenada, avergonzada, porque no supe responder el “hola” que de sus labios salió, él lo notó, y se portó como todo un caballero, recuerdo que al notar que yo no le respondería por el nerviosismo que me aprisionaba, él solo sonrió, y siguió su camino. Así pasaron varios días, hasta que, al fin armada en valor, tomé la iniciativa y ahora fui yo quien lo abordó para saludarlo y preguntar su nombre, fue tanta mi valentía que, en ese momento de valor, decidí invitarlo a tomar un café. Los dos estábamos en la facultad de Derecho, y esa fue la excusa perfecta  que tenía para invitarlo a salir, no íbamos en el mismo salón, pero si en el mismo grado, así que esa invitación inicial ocasionó que absolutamente todos los días por lo menos nos buscábamos para saludarnos, fuimos grandes amigos durante 2 años, pero casi a mitad de carrera, ambos tomamos la decisión de ser algo más que amigos, formalizamos una bonita relación, nos amábamos.

El tiempo pasó, llegaba el final de nuestras carreras al fin nos convertiríamos en abogados, precisamente el día de la graduación, en el mensaje de despedida, Ernesto, subió al escenario para despedir a la generación pero en algo impensable , comenzó a cambiar su discurso, lo que a mí me generaba algo de confusión porque lo estuvimos repasando semanas enteras, no sabía que le pasaba, hasta que me di cuenta que ese discurso se convirtió en una propuesta de matrimonio, quedé en shock en ese momento, no sabía qué hacer, quería que la tierra me tragara por la pena, pero a la vez experimentaba algo que nunca había sentido, experimentaba amor, emoción, a mi mente regresaba aquella ocasión en donde me armé de valor y le hablé, mi respuesta fue sí.

Vivimos 3 años de un intenso amor al estar casados, mi vida estaba llena de felicidad, no podía creer que Dios fuera tan generoso, hasta que un día todo empezó a cambiar. Ernesto cambiaba de humor muy repentinamente, nunca lo había visto así, ya no me acariciaba en las noches, ahora dormíamos como verdaderos desconocidos, no podía creer lo que estaba sucediendo, como de la noche a la mañana todo cambió, como se me hubieran cambiado al hombre que más he amado en la vida. Las cosas no mejoraban, al contrario se ponían peor, ahora ni siquiera la palabra me dirigía, no lograba entender como el amor que tanto me juró de pronto se desvanecía, hasta que un día al llegar ambos a nuestro hogar, le dije – Ernesto, tenemos que hablar- a lo que respondió- es lo mismo que te quería pedir- entonces los dos como personas adultas comenzamos a conversar, hasta que de repente me pidió el divorcio, no supe que hacer ni mucho menos decir, subí a la habitación, comencé a sacar sus cosas como una verdadera desquiciada, aventé todo, rompí nuestra foto de bodas, y se lo entregué todo, le entregué todo porque de su amor no me había quedado nada, mis dudas surgieron, no quise preguntarle pero yo sabía que era por alguien más, sabía que me estaba abandonando para irse a los brazos de otra, y se lo restregué en la cara, y él con un cinismo lo aceptó, ¡se estaba largando con otra!


Pasaron tres meses para ser exactos sin saber noticias de él, no me importaba quien era la zorra con la que se había largado, yo le había entregado toda mi vida, lo apoyé, lo amé, pero, un día por la mañana recibo la llamada de una mujer, en la que me pide que acuda a cierta dirección porque quería hablar de Ernesto conmigo, lo primero que pensé fue “maldita zorra primero me lo roba, ahora quiere echármelo en cara”. Temerosa por saber lo que me esperaba, tuve que manejar cerca de 45 minutos ya que la dirección que me habían compartido se encontraba a las afueras de la ciudad. Al llegar al lugar, debo confesar no quería bajar de mi coche, pero como en la primera vez que le hablé a Ernesto, me armé de valor y bajé al encuentro, lo primero que se vino a mi mente fue “que sea lo que Dios quiera”. Una mujer, aproximadamente de 30 años, acudió al llamado cuando estuve tocando la puerta, recuerdo que la vi de pies a cabeza, ella me sonrió, me comentó que estaba ansiosa de conocerme, porque Ernesto le había hablado mucho de mí, ¡Que ironía! Le hablaba de su exesposa a su amante, no podía creer que mi Ernesto fuera capaz de todo eso.     Ella me vio fijamente, hasta que de su boca salieron las siguientes palabras – Necesitamos hablar de Ernesto- la vi con desprecio, no le contesté absolutamente nada, hasta que preferí mencionarle que era un error estar ahí, me di la vuelta con rumbo a la puerta, pero ahora para irme, ella insistió hablar, hasta que accedí. Lo primero que dijo fue que yo era la mujer que Ernesto más había amado-sonreí- que conmigo pasó los mejores momentos de su vida, que siempre lamentó el no haber podido tener hijos conmigo, pero que yo soy y seré el amor de su vida; no podía creer lo que estaba escuchando, la amante de mi exesposo diciendo que él todavía me amaba, que sinvergüenza. La detuve y le dije “mire señora o señorita o mejor dicho amante de Ernesto, conmigo no venga con cuentos, él me dejó así que yo me voy, no quiero saber nada mas de ese desgraciado”. Ella de pronto mostró un semblante de extrañeza, y me dijo “¿no lo sabes’, Ernesto no te abandonó y mucho menos soy su amante, él desde su época de estudiante tuvo que lidiar con cáncer de próstata durante mucho tiempo, hasta que al finalizar su carrera universitaria, el médico le pronosticó 3 años más de vida, fue cuando decidió casarse contigo, yo a él lo he tratado desde el inicio de su enfermedad, porque fue mi primer paciente como enfermera, la verdad pensaba que sabías todo esto, ahora comprendo porque nunca viniste a verlo” . Mi mente no podía digerir lo que me había dicho, no quería creer, lo que había escuchado, prefería saber que Ernesto tenía una amante y no una enfermedad, le pregunté qué en donde se encontraba él, quería verlo, abrazarlo, quererlo, decirle que soy tan suya como él mío, que me perdone por pensar que me estaba abandonando, por aquella última noche donde nos vimos en donde lo traté mal, realmente sentía la necesidad de verlo, de acariciarlo; de pronto la enfermera se ausenta mientras yo me encontraba en shock, hasta que la vi regresar. Me dijo aquí está Ernesto, era un recipiente dorado que traía una carta consigo que al abrirla decía “Siempre serás el amor de mi vida, te amo, sé feliz y entonces cuando lo seas, organizas el viaje que tanto deseamos por el pacifico, y allá en el fondo del mar arrojas éstas cenizas, porque no ocupas tenerlas contigo para que sepas que siempre estaré en tu corazón, perdóname por mi egoísmo pero lo preferí así, te amo, y te amaré siempre, sé que algún día el destino nos volverá a reunir y entonces yo te estaré esperando, mientras tanto me voy con la otra, esa desgraciada por la cual pensabas que te abandoné, la muerte ”. 

miércoles, 17 de agosto de 2016

NO ES QUE NO ME QUIERA CASAR






A mis padres, familiares y amigos:





Desde hace tiempo, precisamente al momento de finalizar mi carrera profesional y empezar a vivir un horario en el cual no estoy amarrado para asistir a la universidad, he notado como todos aquellos que me rodean principalmente las personas mayores, mi mamá, mis tías, y sobre todo aquellos que han unido sus vidas a otra persona por medio del matrimonio, he notado en ellos, la necesidad de que yo forme una vida con alguien más,  porque según ellos se me va a pasar el tren, o simplemente porque seré una persona soltera toda la vida, algunos han hecho comentarios referentes a la orientación sexual por estas mismas circunstancias, pero, me intriga tanto el saber ¿por qué quieren que me case? Si ellos en la mayoría de los casos ya lo están, y tienen infinidad de problemas, algunos van por su segundo o tercer matrimonio, lo cual respeto muchísimo, pero que necesidad existe de que yo siga los mismos pasos que ellos, que yo tenga que estar dentro de un tradicionalismo que se ha ido acabando, ese tradicionalismo de formar una familia antes de los 30, tener un trabajo estable, ser una persona de casa, a veces no entiendo porque la gente enfoca su vida solo en eso, pero lo respeto mucho, cada quien con su vida.

Por medio de esta carta quiero decirles mis razones: quiero que entiendan que no soy una persona promedio, quiero que sepan que pase 7 años de mi vida preparándome en la educación media y superior, quiero que sepan que durante ese tiempo, claro que tuve mis reventones pero moderados, principalmente porque al ser “estudiambre” si llegas a traer para un vikingo del Oxxo y un refresco la verdad ya es una ganancia, en esa misma época está llena de trabajos, proyectos escolares, también no puedo negar que uno que otro noviazgo, sin embargo durante ese tiempo todo está enfocado en la preparación, o posiblemente como alguno de mis amigos, que está creando su propia empresa, le está apostando a sus sueños,  durante todo ese tiempo tienes una idea de la forma en la que vivirás los siguientes años, muchos tienen el pensamiento de terminar y casarse, postura que respeto, pero yo no la comparto, ya que preferí seguir sembrando sueños para cosechar metas, preferí eso, ahora que ya no me encuentro en etapa estudiantil, tengo todo el tiempo para poder trabajar en mis proyectos personales, en mis actividades, conocer el mundo, viajar, convivir con mis seres queridos, conocer gente, disfrutar la vida, ahora con la posibilidad de conocer un buen restaurante, hacer o asistir a algunas fiestas, planear negocios, porque para mi de eso se trata la vida, porque no es solo estudiar y después casarse  para tener hijos, porque así lo dicen las tradiciones, la vida nosotros mismos la vamos planeando, nosotros trabajamos en ella.

Tampoco quiero que piensen que estoy en contra de aquellos que se casaron y mucho menos estoy en contra del matrimonio, al contrario, es una idea que me agrada, pero quiero que entiendan que, si aún no lo he hecho, es porque prefiero estar enfocado en mis metas, y si en el camino encuentro una persona que comparta mi visión de la vida entonces me daré cuenta que no soy de los únicos que piensan así y compartiré con esa persona todas mis vivencias, será el momento de comernos al mundo.

Sé que existen muchos que piensan de forma similar, existirán otros que no van a compartir está opinión, sin embargo, así como yo respeto tu postura, te pido respeto hacía la mía, me retiro amigos, que tengo que planear un par de viajes por el mundo.


Alrez.