Nos pasamos la mitad de la vida
realizando una búsqueda interminable de algo que la gente conoce como “felicidad”
sin duda estoy seguro que durante esa travesía encontramos situaciones las
cuales nos han generado traumas emocionales o nos han hecho pensar que esa
palabra solo es eso, una palabra.
La gran parte del tiempo, la
felicidad, ese concepto tan deteriorado en los últimos años lo queremos ver
reflejado en cosas materiales, relaciones amorosas sin dirección y sentido o
peor aún, la buscamos en alguien más, pero lo que no hemos visto es que esta
palabra no solo es eso, sino que la felicidad es un conjunto de acciones, pero,
para con nosotros mismos, la felicidad es algo que todos podemos tener, la
única cosa que tenemos que hacer, es decidir ser felices, decidir que en la
vida existirán épocas complicadas pero todo se puede superar, desde perder un
trabajo, fracasar en una relación y también la partida de un ser querido, todo
lo que tenemos que hacer es aprender a enfrentar lo que vaya sucediendo, sé que
es difícil, sé que es muy fácil decirlo pero todo es posible.
Entonces debemos comprender que
la felicidad no necesita ser buscada, debe ser creada, generada, apreciada, la
felicidad no la vamos a encontrar, la vamos a construir, lo primero que debemos
hacer es aceptarnos tal cual somos, claro que hay cosas que no nos gustan pero
entonces aquí es donde debemos accionar para que aquello que nos aqueja lo
resolvamos, una vez hecho esto el segundo paso, es comprender que las personas
tienen una forma de ser y que no somos quien para pedir que cambien, pero lo
que si podemos hacer es apoyar a aquellos que se encuentran pasando por
momentos difíciles, una sonrisa ayudará mucho para esto, y el tercer paso para
construir nuestra felicidad es, saber que
durante los años que vivamos debemos aprovecharlos, quererlos, y sobre
todo agradecer al creador por la oportunidad que nos da para ver un nuevo
amanecer, para tener convivencia con los nuestros, para amar, reír, llorar,
para vivir, y entonces ahí es donde realmente seremos felices.
Hoy la felicidad debe ser vista
desde una perspectiva de construcción, seamos felices nadie nos va a cobrar por
esto, seamos felices, construyamos nuestro presente, no te arrepientas del
pasado, porque ese pasado ha hecho la persona que hoy eres, y así como alguna
ocasión lo dijera San Agustín “Reza como si todo dependiera de Dios, trabaja
como si todo dependiera de ti”, entonces caemos en cuenta que todo depende de
nosotros.
Alrez.