Nunca esperé nada de ti, sin embargo a pesar de saberlo te di todo cuanto pude, mi amor siempre fue sincero,
nunca lo condicioné, estando consciente que en cualquier momento eso acabaría,
porque desde el principio me pediste que no insistiera, pero como sabes soy muy
terco, nunca me importó pensar que lo que teníamos un día acabaría, y así fue.
Desde el primer beso que nos
dimos imaginé que con el poder de mi amor podría hacerte cambiar de opinión,
ilusionado en algo que difícilmente sucedería, me empeñé tanto en complacerte
con todos tus caprichos, no sabía ni mucho menos pensaba que a esto le sacarías
provecho, porque sin darme cuenta poco a poco comenzaste a utilizar todo esto a
tu favor, te convertiste en la maestra de la manipulación.
Mi ceguera no permitía darme
cuenta que estaba dentro de un circulo vicioso en donde el perjudicado fui yo,
realmente sentí que tus besos eran sinceros, estúpidamente pensé que un día me
amarías como yo lo estoy haciendo.
Deseo sufras, llores, te
rompan el corazón, te odio, te amo,
espero te lastimen tanto que no tengas ganas
de seguir viviendo pero necesito que sepas que aquí estará este idiota
esperando para poderte consolar, que aunque parece mentira si regresas a mi
vida siempre tendré un lugar para ti.
Con desprecio y ternura Alrez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario