lunes, 18 de septiembre de 2017

SUS OJOS Y LA LUNA



Después de muchos momentos oscuros, ahí me encontraba, cabizbajo, sin saber qué rumbo debería tomar, mi vida se concentraba en dos cosas, trabajar y beber, sin duda un binomio peligroso, los días pasaban con lentitud,  las noches se convertían en el infierno al que nadie le gusta vivir, una rutina demasiado fría, amarga, solitaria, nunca imaginé que la vida me daría un giro de 180 grados, el plan del creador era claro, enfrentar los demonios para comenzar a disfrutar de los momentos más inesperados.

El andar cotidiano un día se transformó, parecía que el terremoto de emociones llegaría a su fin, pero las réplicas eran destructoras, traían consigo tristeza, amargura, pero al estar completamente destruido hubo un momento en el que como el fénix resurgía de entre las cenizas, ese momento estaba envuelto de vida.

De pronto ahí estaba yo, enfrentando los embates de la vida, pero en el clímax de la batalla apareció  “ella”, nunca podré describir con precisión lo que vi, un par de ojos cafés que al igual que la luna tienen el poder de iluminar todo lo que esté frente a ellos, ¡pero que decir de su sonrisa! Tuvo el poder de regresar mi alma al cuerpo, de levantar los escombros y comenzar a edificar los cimientos de “algo” ¿qué era? No lo sabía, pero tenía una sensación de felicidad que hacía mucho no sentía. Recuerdo muy bien la forma en la que me veía desde el primer instante que cruzamos miradas, ni una sola palabra intercambiamos, pero ese silencio traía consigo un mensaje mucho más fuerte que cualquier conversación, un mensaje concreto y directo. En ella vi a través de sus ojos años de lucha, esfuerzo, valentía y sabía que no me equivocaba, sabía que tenía frente a mí a una persona que, a pesar vivir circunstancias distintas, nuestras vidas estaban destinadas a cruzarse en algún momento y ese era el momento. 

Aquella destrucción que el terremoto de emociones había traído consigo, poco a poco fue desapareciendo debo admitir que no pensé que esto sería tan pronto, pero llegó y son cosas que no podemos controlar, porque bien dicen que después de cualquier tempestad viene la calma y estoy seguro que esa calma se convertirá en …


Con cariño Alrez…

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