Soy una idiota, tu amistad es el
tesoro más preciado que tengo, pero quizá mis acciones hacía ti, hicieron que
te ilusionaras en algo que yo no estoy preparada o bueno creo que nuestra
amistad es mucho más fuerte que cualquier cosa.
No niego que tú eres una parte
importante de mi vida, me apoyaste cuando más lo necesitaba, ahí estuviste para
decirme que todo iba a estar mejor, pero nunca fue un indicador de que tu
podías ser algo más que un amigo, no negaré que tus abrazos fueron importantes,
que cada que escuchaste quejarme de la vida siempre me sonreíste, dándome aliento
de que todo pasaría a un mejor momento, no voy a negar que el hecho de verme
llorar me ayudó mucho, pero también me lamento porque me viste vulnerable, lo
que no me perdono porque no dejo que nadie lo haga.
Juntos hemos pasado muchas cosas,
hemos vivido demasiado, hemos compartido nuestros cumpleaños, fechas
importantes, siempre hemos estado el uno para el otro, siempre nos hemos dado
la mano cuando menos lo esperamos pero más lo necesitamos, pero, hoy, debo
decirte que lo nuestro ya no puede seguir así.
Aquella noche al salir de la
universidad, recuerdo muy bien que tenías una mirada algo perdida, que estabas
muy callado, recuerdo las veces que te pregunte si estabas bien a lo que
siempre me respondías afirmando con tu
cabeza, nunca me imaginé lo que te pasaba por la mente, nunca pensé que esta
amistad se saldría de control, no se me olvida que cuando nos dirigíamos a tu
coche te detuviste repentinamente y
volteaste a verme, estuviste 2 minutos callado observándome, no sabía qué
hacer, estaba asustada, pensé que estabas pasando por un momento de shock o que
se yo, hasta que de tu boca lentamente salió un : ya no podemos ser amigos,
porque te amo desde el primer momento que te conocí.
Realmente no supe que decir, solo
reía de manera nerviosa, tú, ahí de pie frente a mí, la verdad tus palabras
para mi fueron muy sinceras, tus palabras me llegaron al corazón, pero, no las
aceptaba, nunca imaginé que tu mente y corazón fueran míos, me sentí
aterrorizada.
Hoy te escribo después de estos 6
meses en los que no he tenido el valor de contestar tus llamadas, porque tengo
miedo, hoy te escribo porque ya no puedo seguir así, nunca esperé escuchar
aquellas palabras salir de tu boca, simplemente no quería que eso pasara,
porque tu amistad para mi es algo invaluable, eres el mejor amigo que he
tenido, contigo compartí todo, conoces mis peores secretos, conoces mis
defectos mis fortalezas, simplemente me conoces, así como yo te conozco a ti,
sabes y sé de tus desamores así como tú de los míos, pero, Gil, nunca pensé que
yo fuera parte de tu vida, y te lo repito, nunca quise escuchar esas palabras
porque hoy te digo que lamento mucho el no contestarte en ese instante, porque
mi mayor miedo, siempre fue que te enamoraras de mí, pero lo peor es aceptar
que yo también lo estoy de ti…
¿Volvemos a empezar?
Rebeca