En nuestras vidas existen
momentos que nos marcan por completo,
que nos definen el rumbo decisivo que habremos de tomar para todo tipo de
situaciones, hoy he decidido hablar de uno que es de gran relevancia, uno de
los temas que son estereotipados por las personas, hablaré del amor, del que no
se busca, del que en realidad no existe cuando lo persigues, el amor de tu
vida.
Precisamente hace unos minutos
platicando con un buen amigo, tocamos este tema, me comentó una situación
demasiada conflictiva que vivió hace algún tiempo con una persona con la que compartió
muchos años, pero que de pronto una mala decisión cambió por completo su
historia, pero bueno, ese no es el tema; me comentó que ahí se dio cuenta que
en realidad el amor de su vida no era eso. La plática siguió, entre anécdotas,
comentarios y demás cosas, mencionaba que lo que primero debemos hacer para
poder amar, es aceptarnos tal cual somos, de lo que estoy completamente de
acuerdo con él, otra de las cosas que dijo fue, que a veces las personas
perdemos demasiado el tiempo buscando al “amor de nuestras vidas” pensando que
está allá afuera esperándonos, aguardando el momento en el que lleguemos a
tocar a su puerta y que nos reciba con gusto y alegría, pero lo que es verdad,
es que esto es una mentira, porque pasamos tanto tiempo buscando ese alguien
que según nosotros será nuestro todo, cuando lo único que encontramos es alguien
que por un momento es algo en nuestra vida pero que de repente nos muestra a su
verdadero yo y es cuando todo se va a la mierda.
Entonces, en nuestra
conversación, mientras hablábamos de amor, me surgieron varias preguntas que no
le hice pero que después él respondió como si supiera lo que estaba pensando, ¿entonces
el amor de mi vida solo soy yo? ¿Nunca alguien se vuelve a enamorar con tanta
fuerza? ¿El amor solo es de momentos o puede ser para siempre? ¿Si yo no busco
el amor entonces como le haré? A todas estas interrogantes, mi amigo las
resolvió al responder, que el amor nosotros no debemos buscarlo , ni esperarlo,
nosotros debemos generarlo, generar esa situación en donde nos topemos con otra
persona que quizá está pasando por una situación similar a la nuestra, aquí el
punto es que nos daremos cuenta si esa persona se puede convertir en el amor de
nuestra vida, nos daremos cuenta cuando estamos con él o ella y el tiempo se
pase volando, si te la pasas a toda madre, ríes, lloras, compartes tus más íntimos
sentimientos y sobre todas las cosas, si es compatible contigo en costumbres o
formas, y si estas 3 situaciones se dan con esa persona que hoy estás conociendo,
entonces, has encontrado a tu verdadero amor, aquel que estará contigo en las buenas
y no tan buenas, aquel que te dirá las cosas como son y no se andará con
rodeos, aquel que sin miedo te dirá
cuando no esté de acuerdo contigo, aquel que a la manera de Cortazar no te robe
el corazón sino te lo devuelva, ese, es el amor de tu vida.
Estoy totalmente de acuerdo con
mi amigo, comparto completamente su idea, su visión, porque hablar de amor hoy
en día, es querer emular los estereotipos que vemos en las estúpidas películas,
hoy hablar de amor es ser realista, es saber que la vida es una puta divertida
que cobra factura, pero que también puede entregarte lo mejor de ella, siempre
y cuando, tú, estés dispuesto a disfrutarlo, entonces en conclusión, el amor no
se busca ni llega del cielo, el amor se genera.
Alrez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario