La
excusa más frecuente del ser humano es aquella que se basa en las creencias y
costumbres, por ejemplo: "Soy así porque así me criaron", que
estupidez más grande. Eres así porque así quieres ser, cada uno de nosotros
tenemos la posibilidad de cambiar nuestro entorno, de afectar positiva mente a
quienes nos rodean, de crecer profesional o personalmente, la decisión es de
nosotros, no de una estúpida creencia que a veces mantiene a las personas
estancadas "porque así les enseñaron a ser" .
Todas
estas situaciones las podemos presenciar en el acontecer diario, lo vemos en
personas cercanas, observamos comentarios negativos de personas que se
encuentran dentro de nuestras redes sociales, en las calles, con el taxista, en
el transporte urbano, siempre escuchamos a personas que se justifican en sus
creencias y a la vez se excusan en su
entorno. Hace unos días tuve la oportunidad de ver una película que se llama el
Gran Pequeño (Little boy) realmente es una obra de arte, ya que tiene grandes
mensajes, el que más me gustó es el saber que la fe “mueve montañas”, que el
creer en nosotros es lo primero que se necesita para poder afectar
positivamente nuestro entorno, pero, eso no quiere decir que no existirán obstáculos,
claro que los habrá, principalmente quienes son los más cercanos a nosotros,
son los primeros que dejarán de creer en nuestros talentos, en nuestro
potencial, pero así como Little boy debemos ser persistentes, debemos ser
pacientes y todo poco a poco se comenzará a dar de manera agradable para
nosotros.
Hoy
es importante que cuidemos completamente lo que le decimos a nuestros niños,
quienes el día de mañana se encargarán de llevar las riendas de nuestro
destino, debemos ser muy cuidadosos con cada uno de los comentarios, porque
recordemos que las palabras son poderosas, así como las creencias, así como las
costumbres, y los más triste es que les impongamos una creencia equivocada, por
ejemplo la creencia de que todo tiene límites, una creencia en donde les
hagamos pensar que para todo nos podemos excusar. Claro que deben existir límites
pero a todo lo que nos haga daño física o emocionalmente.
Es
lamentable ver la doble moral del padre de familia que le pide a su hijo no
mentir pero cuando van a buscar a papá o mamá le dicen a su hijo que diga que
no se encuentra, que lamentable que hoy la gente exija respeto cuando algunos de ellos son los
primeros en ofender a las personas, que doble moral encontramos en la gente que
se dice ser positiva pero que en su hogar es el más pesimista de todos.
Evita
utilizar frases como “así soy yo, así me enseñaron y nunca cambiaré”, esto es
lo peor que puedes hacer, porque estarás justificando tu mediocridad con
factores externos cuando tú eres el único dueño de tu destino; claro que influye
crecer en un ambiente hostil, pero influye más el querer cambiarlo, influye más
el querer sobresalir, influye más el desear el éxito a pesar de crecer con
personas acostumbradas a la mediocridad.
Las creencias algunas veces son equivocadas,
también sabemos que no siempre se nos imponen para dañarnos, pero si sucede,
hoy, lo que debemos hacer, es lo que mencionó alguna ocasión Jean Jacques Rousseau "La única costumbre que hay
que enseñar a los niños es que no se sometan a ninguna."
Esto es así para evitar que el
pesimismo, la negatividad o malas costumbres sean impuestos a quienes hoy son
la esperanza para un mejor mañana.
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