miércoles, 10 de octubre de 2018

SIN GANAS DE VIVIR






Tan cansada de todo lo que la rodeaba, noche tras noche se sentaba en un lado de su ventana observando fijamente las estrellas, pensando que un día podría convertirse en alguna o quizá no porque sabía que todo lo que alguna vez le contaron era mentira como su sonrisa, la tristeza su faceta más recurrente, sus días eran largos, aburridos y sin sentido, sin duda las ganas de vivir eran pocas.
Su fuerza, sus sueños, sus deseos, todo había desaparecido, todo le fue arrebatado, la vida como jueza injusta le daba lecciones que destruían la más pequeña de las esperanzas, su amor propio no existía. 
Los recuerdos de su infancia la perseguían, el maltrato sufrido lo revivía al cerrar los ojos, era imposible borrar aquellas imágenes que en su cabeza rondaban, el recuerdo de quienes le hicieron daño, el recuerdo de quienes le arrebataron todo.

Nada le salía bien, relaciones tóxicas, falsos amores, en todas sus parejas buscó protección, pero lo único que recibió fue desprecio, traición, y cuando al fin pensó encontrar el verdadero amor, la vida injusta se lo arrebató de la forma más cruel, con la muerte. Sin razones para vivir una noche decidió mutilar sus muñecas, se desangró poco a poco hasta que sus ojos se cerraron.

¿estoy muerta? Se preguntaba mientras observaba un hermoso y verde paisaje, ¿esto es el cielo? Se cuestionaba, no podía creer que lo que alguna vez le dijeron era cierto, al fin se sintió en paz, caminaba libremente cuando de repente escuchó la voz de su más grande amor que decía -Sofía ¿qué haces aquí? No mi amor, tú no, aun no puedes llegar a este encuentro, Sofía sé que has sufrido demasiado, pero también sé que eres una mujer fuerte, no puedes estar aquí mi amor y más cuando Dios tiene planes para ti- Ella se quedó paralizada, nunca imaginó volver a encontrarse con su único amor, Sofía corrió a abrazarlo, pero mientras más se acercaba, él poco a poco desaparecía, ¡Ya no quiero vivir porque prefiero estar contigo! Gritaba desconsolada,  no me hagas esto no te quiero volver a perder, de pronto Sofía ya no veía a su amado cuando de pronto escuchó su voz nuevamente que dijo – Mi amor, esta no es la manera correcta para volver a estar juntos, despierta, vive, ama y vuelve a vivir pero hoy no será nuestro encuentro, sé que es difícil para ti, pero más difícil será para mí no volver a estar contigo cuando tu alma esté penando, Sofía sé feliz que mientras más lo hagas más feliz seré yo, te amo- Sofía rompió en llanto y se dejó caer al suelo dándose un golpe brutal que la dejó inconsciente.  

De pronto sus ojos se abrieron estaba tirada en su habitación bañada en sangre, corrió inmediatamente a buscar algo para detener la hemorragia, estaba débil, mientras se vendaba sus muñecas recordaba las palabras de su amado, sabiendo que si existe un cielo y que hay alguien que siempre la cuida.


Así como Sofía existen miles de hombres y mujeres que se encuentran viviendo una situación similar, piensan que los problemas se detienen quitándose la vida, dejando de existir, pero no, esto no es así, porque lo único que hacen es lastimar a quienes los quieren de verdad, estoy consciente que en la vida hay problemas, pero también hay soluciones, estoy consciente que perder a alguien es devastador pero también sé que más allá de nuestra vida existe algo más y sé que en algún momento volveremos a encontrarnos con quienes se adelantaron, pero tenemos que hacerlo de forma natural. El suicidio no es un tema que deba tomarse a la ligera, es tiste y sobre todo irreparable, si te sientes solo(a), triste habla con alguien, si no quieres compartir tu sentir con otro ser humano entonces habla con Dios, él siempre te escuchará y te llenará de paz tu corazón. Dios te bendiga

jueves, 16 de agosto de 2018

Cuando la vida te dice ¡NO!




Son innumerables las veces en las que fracasaremos, quizá una meta por la que estuvimos trabajando arduamente, ese ascenso laboral, ese crecimiento económico, también podría ser iniciar la relación que tanto has querido, sin embargo, la vida muchas veces nos dirá que NO, pero ¿qué es lo primero que hacemos cuando esto pasa? Lamentablemente nos comenzamos a culpar, nos culpamos por todo, pero la verdad es que no siempre es culpa nuestra, muchas de las veces interfieren factores que no están al alcance de nuestras manos, y eso es lo que debemos entender.

Sé que la decepción duele y mucho, sé que trabajar muchísimo para alcanzar lo que deseas y no lograrlo duele y mucho, sé que estar esperanzado a que suceda algo que tanto queremos y que la vida nos diga NO, es frustrante, doloroso, agobiante, es como si nos quitaran las ganas de vivir.

Pero, de eso se trata la vida, de tropiezos y éxitos, de dolor y alegría, sin embargo, solo es necesario que seamos capaces de seguir adelante, pero sobre todo que decidamos luchar por aquello que nos arrebataron, de insistir y persistir, amigo, amiga tranquilízate, no todo es culpa tuya, no caigas en depresión, primero analiza si lo sucedido estaba al alcance de tus manos o simplemente era algo que se veía venir. Si lo que pasó estuvo a tu alcance, entonces revisa en que fallaste y sustituye eso, pero si es algo que no estaba a tu alcance, entonces: ENTIÉNDELO.

La vida duele, pero eso es lo que nos hace sentir vivos, el dolor nos hace levantarnos, el dolor nos da fuerza para hacer las cosas, el dolor es el motivante para no dejarnos caer. ¿ya lloraste lo suficiente? Entonces seca tus lágrimas y sigue adelante, no te ancles en el momento, no es nada fácil levantarse, sin embargo aprovecha la oportunidad que tienes, la oportunidad de VIVIR,  debes saber que en el camino volverás a caer, en el camino volverás a tropezar, es normal,  es la prueba que necesitas para saber que estás intentando lograr lo que quieres, te va a doler, te va hacer sufrir, pero sobre todo te hará darte cuenta, que el dolor que hoy tienes lo pudiste convertir en fuerza, entonces hazlo hoy, transforma tu dolor y sigue adelante, no te culpes, las cosas pasan por algo pero también para algo, entonces sigue y no te detengas, descubre ¿para qué te pasó? tú puedes.

Recuerda las palabras del escritor hindú  Rabindranath Tagore  "Si lloras por haber perdido el Sol, las lágrimas te impedirán ver las Estrellas". .Ánimo y que Dios te bendiga.



martes, 27 de febrero de 2018

La última vez que te vi





La última vez que te vi supe que ya no era lo mismo, me di cuenta de que al fin había logrado fulminar ese pensamiento de amor y deseo, la última vez que te vi comprendí que por más tiempo que pasara la vida nos volvería a reunir, sin embargo, esta vez todo cambió, esta vez esas taquicardias no aparecieron, no volví a sentir el corazón acelerado, la sensación de hormigueo en el estómago, mis ojos no brillaron como solían hacerlo…

La última vez que te vi cruzamos miradas que no fueron suficientes para revivir lo que antes existió, la última vez que te vi a pesar de no haber cruzado palabra nos dijimos mucho con el silencio, callados expresamos todo aquello que ya nunca diríamos, La última vez que te vi, mantuve aprisionados mis sentimientos porque eran 175 dìas de no contemplarte y quería correr hacia ti porque de  la última vez que te vi comprendí el daño que te infringí y por el amor tan grande que siempre te guardaré nunca más te volveré a insistir…

La última vez que te vi, supe, que estás mucho mejor sin mi…

Con esta carta te libero de mi y al fin me despido de ti. Gracias por tanto, gracias por todo.

Alrez

lunes, 29 de enero de 2018

157




157 razones me hacen cada noche levantar mi rostro y contemplar el cielo, un cielo tan vacío y oscuro que ni el mismo brillo de las estrellas iluminan mis noches, 157 consecuencias son las que he enfrentado desde aquel momento en donde no supe valorar lo que antes teníamos.

La noche me habla de ti, porque antes de emprender el sueño habitual lo último que tengo en mi mente, es tu rostro, tu sonrisa, tus ojos, tus labios, tu cabello, ¡carajo! Ni estando lejos puedo sacarte de mi mente. Lo peor es llegar al que de ser mi día preferido, se convirtió en el viernes de la mesa vacía, el viernes de recuerdos.


Quiero que sepas que, si tuviera nuevamente la oportunidad de contemplarte, de verte frente a frente, de quererte aún más, de abrazarte y sobre todo amarte, 157 serían las palabras amorosas que te diría al oído, como las 157  que te acabo de escribir.

domingo, 14 de enero de 2018

ODIO TANTO


Odio tanto a quienes dicen que son capaces de bajarte la luna y las estrellas, mi odio es tal porque eso es una mentira muy grande, la más grande de toda la historia, nadie en este planeta tiene la capacidad para hacerlo. Odio tanto a quienes dicen que serían capaces de besar a sus parejas toda la noche, porque eso es imposible en cualquier momento alguno dormirá sin pedir permiso. Odio tanto a quienes juran amor para la eternidad cuando en el primer momento de crisis salen corriendo. Odio tanto a quienes dicen admirarte  y en la primera oportunidad ofenden con todo aquello que siempre desearon decirle y por fin encontraron el momento adecuado. Odio al mismo odio que a veces no me deja pensar y ver claramente.

Porque ante cualquier situación la honestidad siempre será lo mejor, prefiero decirte que no podré bajarte la luna y las estrellas pero si buscaré la forma de invitarte muchas noches a un rincón en donde lo único que se contemple sea el cielo estrellado y la luz de la luna para que iluminen tu rostro, aunque, tú serías capaz de iluminarme la vida,  también sería capaz de besarte hasta que te quedes dormida y duermas sintiéndote una mujer deseada, porque no puedo prometerte un amor eterno, pero si un amor real aunque éste sea efímero, así mismo sé que no todo será miel sobre hojuelas pero tienes que saber que nunca recibirás una ofensa, pero sobre todas las cosas sé que el amor siempre sale vencedor sobre el odio.  Por eso hoy te escribo, acompañado de mi bebida favorita, el café, el café de tus ojos.


Alrez

jueves, 4 de enero de 2018

La cama vacía



Aún sigue el recuerdo de tus labios recorriendo mi piel, aún sigue presente el abrazo que me diste aquella noche que nos despedimos, recuerdo muy bien tus últimas palabras, ese “te amo” que tanto me encantaba que me dijeras, nunca podré borrar un solo recuerdo tuyo de mi mente, pero también quiero que sepas que esa no es mi intención, porque te quiero conmigo para toda la vida, aunque sea en esencia.

Tantos cumpleaños juntos, ese pastel de chocolate con fresas que tanto te encantaba y no me dejabas probar porque lo querías solo para ti, aunque al final del día siempre compartías conmigo de su dulzura, pero no tan dulce como tus besos, tantas navidades en donde la noche buena brindamos con refresco o jugo de arándano porque ninguno de los dos tomamos alcohol, tus risas cada que yo decía una estupidez, nunca pero nunca podré olvidar los amaneceres junto a ti, el despertar a tu lado la mujer que más amé, la mujer que me hizo feliz, la mujer que con el solo hecho de decirme “sonríe” me cambiaba mis días más oscuros y los convertía en felicidad, nunca pero nunca podré olvidarte.

Pero, lo que más me duele es que nunca podré olvidar la última noche juntos, esa noche en donde nos demostramos con besos y caricias lo mucho que nos amamos y sobre todo el gran acierto que tuvo Dios al ponernos el mismo camino, ese camino que llegó a su final, un final que no esperaba, un final que deseaba con tantas ganas nunca llegara, pero llegó.

26 de agosto fue la fecha en la que recuerdo muy bien que sonaron las alarmas de nuestros celulares, esas alarmas que tanto detestabas pero sabíamos que eran infalibles, recuerdo que desperté, te vi y sonreí porque eso causabas siempre en mí, intenté despertarte, pero no lograba hacerlo, hasta que supe que el momento había llegado, porque estuve horas intentando levantarte, te decía con tanta fuerza que nos fuéramos a trabajar, pero esto lo hacía sabiendo que tu corazón no latía más, las lágrimas en mis ojos y la desesperación me hicieron gritar con tanta fuerza, consciente que no lograría nada, porque el cáncer había logrado su cometido, Dios te llevó de mi lado…

Hoy escribo esta carta, después de años de aquella mañana en la que fuiste arrebatada de mis brazos, pero a pesar de que maldije a Dios, siempre estaré completamente agradecido por demostrarme que el amor y la felicidad si existen y esas las tuve junto a ti. Hoy mi vida esta en soledad con tu recuerdo muy vivo en mi memoria, mis noches son frías, mis despertares no son los mismos al no ver que hay alguien conmigo, porque solo te quiero a ti, porque a pesar de que la muerte te arrebató de mi lado,  aún sigo esperando volverte encontrar en alguna otra vida…


Alrez.