miércoles, 10 de junio de 2015


LA REBELIÓN

 

JACOB

De pronto el paciente comenzó a convulsionar, fue demasiado raro tenerlo en esa situación porque Robert(paciente) siempre  se ha distinguido por ser una persona con buena salud, no sabía qué hacer, a las afueras de mi clínica los enfrentamientos seguían, por esa razón atendía en el sótano, no entiendo como la gente sigue con estas luchas estériles que no nos llevan a ningún lado, me sentí mal a ver a Robert de esa forma, no sé porque la gente se ensaña tanto con sus semejantes, este pobre muchacho, que a nadie ha dañado y por culpa de esos revoltosos que buscan a como dé lugar el poder , hoy Robert está en la camilla improvisada que le tuve que hacer con lo que encontré, pero mi deber como ha sido siempre es ayudar a la gente y hoy eso estoy haciendo –pensé en voz alta-  aunque no debí meterlo sabiendo que me expuse al salir de mi consultorio, debí dejarlo morir-volví a pensar en voz alta-  no sé qué hacer, ahora es mi responsabilidad, de un balazo en la cabeza nadie se salva pero él es la razón por la que comienzo a pensar en los milagros, quizá Dios si existe. Robert, Robert, resiste,  eres una buena persona no puedes morir así.

 

NARRADOR

Jacob un médico de los que no creen en nada , más que en la ciencia, en un día como cualquiera en los últimos 4 años se dedicaba a lo suyo, a él, nunca le importo la rebelión contra el gobierno, él lo que buscaba como , era apoyar a la gente , no le importaba el dinero, porque su vocación era grandísima , pero ese día las cosas no fueron tan bien, comenzó a escuchar las detonaciones, militares contra civiles, sabía que en la calle se vivía otro episodio trágico de violencia, los ríos de sangre al salir de su consultorio serían notorios, pero,  ese día 10 de Junio de 2015 , escuchó muy de cerca una detonación, se asomó por la ventana, no podía creer lo que estaba viendo, habían disparado a Robert su joven paciente, al que la gente respetaba por no meterse con nadie, aquel chico que sabía que la violencia, no era el camino para dirimir las diferencias, entre el pueblo que por fin despertó de su letargo y el gobierno autoritario, si, él, estaba tirado con un balazo en la cabeza, mientras que Jacob no lo creía, abrió la puerta con una velocidad como si fuera la luz misma, lo arrastró hacía adentro, ensangrentado de sus atuendos de doctor, poco a poco lo bajó hasta el sótano y empezó a improvisar una camilla, lo revisó minuciosamente pensando, que no aguantaría, pero cual fue la sorpresa, que aún respiraba, así, que como pudo lo estaba ayudando, mientras que Robert convulsionaba de forma dramática.

 

ROBERT

Un día más de violencia, aún espero que las personas hagan conciencia y se den cuenta , que este no es el camino para resolver todo, es triste ver que todos los días las escuelas son saqueadas, las mujeres violadas por los rebeldes, mientras que el gobierno, bueno, que me puedo esperar de aquellos que con palabras mienten, pero con hechos traicionaron la inteligencia de las personas, pero ese no es el punto, hoy, visitaré  al doctor Jacob, es un buen hombre aunque a veces pienso que su lejanía a  Dios lo hace un  ser frío sin corazón, le diré que he convocado a un grupo de personas y entre ellas están los líderes de la rebelión y el gobierno, por fin, después de estos años hemos llegado a un acuerdo, me siento contento, porque sé, que esto no sería capaz sin la gente que me estuvo apoyando. A las 4 en punto afuera del consultorio de Jacob me encontraré con uno de mis amigos y le daremos esta gran noticia, por fin, por fin se acabará el derramamiento de sangre inocente, ¡qué feliz estoy!

 

NARRADOR

Mientras Robert se encontraba en camino al consultorio de Jacob, ese amigo del que hablaba ya lo esperaba en el lugar pactado, ansioso de verlo. Robert se acercó cuidadosamente porque los enfrentamientos no cesaban, pero él sabía, que eso acabaría pronto; llegó con su amigo, se saludaron rápidamente, se dirigían a tocar la puerta del lugar de Jacob, pero el amigo se detuvo, Robert volteo y le dijo –¡Hey que sucede, vamos rápido! – a lo que el amigo le contesta- Robert perdóname pero no puedo hacer esto y se fue corriendo desesperadamente- Robert no sabía lo que sucedía de pronto la puerta de Jacob se abrió y su sorpresa fue, que lo recibieron con un balazo en la cabeza.

ASESINO

Te encontré, no permitiré que esto se acabe, por eso te disparé maldito bravucón, el mundo es para los miserables y no para cobardes como tú.  Esto es lo que me mantiene con vida, gracias a la rebelión tengo trabajo, fuiste un estúpido al pensar que no sabía lo que hacías.

JACOB

Robert, tú puedes, resiste camarada. 

NARRADOR

Jacob se dirigió a su despacho a buscar todo lo necesario para reanimar a Robert, pero lo que encontró, él no lo imaginaba, era una pistola tirada en la parte trasera de la puerta principal de su consultorio, no sabía que sucedía, ¿acaso entraron a dejar el arma con la que dispararon a Robert? , empezó a buscar por todas partes, hasta que de pronto se encontró con aquel hombre desorientado que asesinó a su paciente y amigo, lo observó fijamente a los ojos y le reclamó lo que le había hecho a Robert, entonces corrió hacía el sótano nuevamente.
 

JACOB

Robert, amigo mío, perdóname-lloraba sin parar- en todo este tiempo, hasta que encontré el arma y me vi al espejo,  me di cuenta que fui yo quien te disparo.

NARRADOR

Robert murió en aquella camilla improvisada, la doble personalidad de Jacob nunca fue tratada y esa doble personalidad esa misma noche fue causante de su muerte cuando intentó enfrentar a los rebeldes, murió a las afueras de su consultorio, al momento que una granada de fragmentación le explotó en sus pies.  Del amigo de Robert se desconoce el paradero, no se sabe porque abandonó  a Robert sin decir nada más.

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