Demostraré que eres real ,
verdadera, que no solo vives en mi mente, que no solo apareces cada noche de
soledad en mis pensamientos y que en cada amanecer inesperado no solo eres un
recuerdo, no solo eres imaginación, eres real, eres carne, eres todo, porque
contigo las noches serán diáfanas , tu sonrisa iluminará hasta el más perverso
de mis pensamientos, eres aliciente de todos los días, eres el rayo de
esperanza que estuve buscando hasta que el creador me lo concedió cuando supo, que comenzaba a perder las
batallas contra mis demonios internos, que cómo el cáncer, carcomían poco a
poco mi ser.
Y cuando al fin demuestre tu
existencia, cuando al fin las personas que me rodean se enteren de la realidad
de tus ojos incandescentes de vida , cuando al fin conozcan que tus sensuales
labios han tocado los míos , cuando tus brazos como si fueran alas, me cubran
como cuál criatura protege a lo que más ama, entonces, sabré que mi incipiente
sueño se ha vuelto realidad y libremente mis manos acariciaran tu rostro para afirmar que no eres
una visión, cuando empiece a sentir la suavidad de tu piel entenderé que nunca
estuve loco, que eres más real que el mismísimo
amor, te seduciré lentamente , acercaré mi cuerpo hacía ti, al sonido del canto
de las aves recitaré infinidad de veces cuanto te amo, te besaré lentamente
como el más tierno de los actos, pero cuando por nerviosismo o temor, el sudor
de tu ser caiga sobre el mío, confirmaré tu presencia , será
la creación de un pensamiento tan vivo, que siempre estuvo ahí pero nunca se
manifestó o quizá por egocentrismo nunca acepte.
Eres tú, la Beatriz de Dante, Marta
de Nevares para Lope de Vega, Virginia para Allan Poe, eres Jesenská para
Kafka, simplemente eres tú, Marcela para mí.
Eres la realidad de mis días, la
esperanza de mis noches, la grandeza de mis sueños, eres tú, fuego y hielo a la vez, amor y enojo, felicidad y
tristeza, soledad y compañía, simplemente, eres todo…
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