A mis padres, hermanos, amigos
pero principalmente a Dios:
Sin duda alguna éste año que
agoniza, ha sido mi mejor año, no puedo sacar de mi mente las palabras de una
persona que conozco, que alguna vez mencionó que “salir de la caja” implicaba muchas
cosas, entre ellas, responsabilidades, sacrificios, alegrías, entre otras, hoy,
estoy seguro que por fin salí de esa caja.
Recuerdo que uno de mis primeros propósitos
al iniciar este año, fue el salir de casa, el emprender la aventura de vivir
fuera de casa de mis padres, lo que me ocasionaba algo de ruido ya que no me
imaginaba viviendo en soledad, pensaba “como una persona como yo, tan
desorganizada podrá vivir sola, eso es imposible” lo creía así porque pues
ahora las cosas cambian, las responsabilidades se incrementan, lavar tu ropa es
un tema que debes tomar en cuenta, hacer tus comidas diarias es otro tema importantísimo
pero sobre todo, el gasto del hogar, la administración financiera es el tema más
fuerte que debes tener en mente, no se me olvida la cara de mi madre cuando le
mencioné que había tomado la decisión de irme a vivir alejado de ellos,
recuerdo muy bien su gesto de incredulidad, ella pensaba que no estaba gusto con
ellos, lo que es todo lo contrario esta decisión la tomé por la comodidad en la
que me encontraba, porque aún me encontraba en la caja, en esa caja llena de
comodidades, de tranquilidades, donde yo sabía que no se me exigiría, así que
el 25 de enero del 2015 fue uno de los cambios más drásticos para mí, a pesar
que le rompí el corazón a mi primer amor, mi madre.
Pasó el tiempo y me di cuenta que
esta decisión me traía muchas cosas buenas pero a la vez me hacía saber que el
amor hacía la familia siempre es el más puro y sincero, el sentido de
pertenencia a un lugar es muy grande, esta decisión, estaba terminando con el
niño para darle vida al hombre; recuerdo muy bien que las oportunidades se
empezaron a presentar porque las estaba buscando, ingresé en círculos en donde si me hubieran preguntado la
verdad no me imaginaría que estaría aquí, conocí personas muy buenas dentro del
área del emprendimiento, excelentes personas, ambiciosas, con un común
denominador, el crecimiento personal pero sobre todo el velar por los demás, en
el ámbito profesional las cosas empezaban a tomar una mejor forma, lo que me
generaba tanta felicidad, tanta alegría, se nos dio la oportunidad de visitar
otro estado para hacer lo que más nos gusta, dar una conferencia, todo estaba
viento en popa. Meses más adelante,
seguimos en la conquista de nuestras metas,
y en ese lapso se da una oportunidad de la cual siempre estaré
agradecido, empezamos un proyecto en donde reuníamos a personas que tienen
talento en diversas áreas de la vida cotidiana, no olvidaré el primero de los
INVICTUS, en donde estuvieron personas muy importantes para mí, personas
cercanas, que de una forma u otra habían marcado mi vida con anterioridad, aquí
nacía este proyecto tan interesante pero que siendo sinceros, no tenía las
bases bien cimentadas, faltaba demasiada planeación, lo que nos llevó a tener
un evento totalmente solo, nunca, nunca olvidaré este momento, tener a los
expositores y tenerles que decir “ señores una disculpa pero tenemos que
cancelar el evento, no vino nadie”, no podía creer que eso pasaba, más cuando
era un evento a beneficio, siendo sinceros pensaba que las personas en realidad
les gusta apoyar las causas nobles pero aquí me di cuenta que a veces esto no
es suficiente.
Este año tuve la oportunidad de
presentarme frente a mil personas reunidas en un solo lugar, pero también de
organizar un evento y no tener a ni una sola persona, sin duda, contrastes muy
interesantes, no puedo negar, profesionalmente las cosas están saliendo bien,
de lo cual siempre estaré agradecido.
Y vino la última etapa del año,
en donde viví experiencias que nunca imaginé, en donde conocí a una persona que
ni siquiera yo pensaba que ahí estaba, algunos le llamamos “Alter Ego” pero
también reconocemos que es nuestro verdadero “yo”, que a veces nos puede dar
miedo pero en otras aprendemos a disfrutar. Esta última parte del año, conocí
grandiosas personas, especialmente una, que me hace sonreír cada que pienso en
ella, una persona que a pesar de que la situación en la que comenzamos a
conversar fue demasiado chistosa hoy puedo agradecer haber subido esa imagen
que me comentó hace algunos meses, no olvidaré sus palabras “todo lo que hacen
por un rostro bonito” me causó algo de gracia pero a la vez también me generó empatía,
escuchar de su boca la palabra “sonríe” es una palabra que cambia mis días más
oscuros, que apaga el incendio más feroz de mi interior, y solo con esas
palabras, hoy no sé qué pueda suceder, yo tengo bien firme lo que quiero y así
lo haré, pero si de algo estoy seguro es que estoy agradecido con Dios por
permitirme conocer a esa persona de la que hablo, y les confieso, que comencé a
escribir de forma más seguida porque ella se convirtió en mi musa.
Sin duda, estoy seguro que este año salí de la caja, este año aprendí lo
que es la fortaleza y las caídas emocionales, aprendí a tocar fondo en ciertos
puntos pero también a luchar contra corriente, a ser responsable, a ser alegre,
a tomar la vida con menos seriedad y tomarla con felicidad, eso aprendí, y todo
esto es gracias a mis padres, que siempre me enseñaron a ser una persona de
bien, que me enseñaron a ser fuerte, respetuoso, gracias a ellos, a mis
hermanos a todos pero sobre todo a Dios, no soy religioso, no acudo a misa
porque no creo en la iglesia, pero sí creo en Dios y sé que tiene un plan para
todos nosotros. Hoy te digo aprende a descubrir el plan que el creador tiene
para ti, no te quejes tanto, sonríe, vive, goza, sufre, aprende, perdona, ama,
brinca, grita, pero sobre todo aprende a ser humano, que Dios los bendiga y
tomen la decisión de SALIR DE LA CAJA, les aseguro que será la mejor decisión
de sus vidas, dejen a lado la comodidad y luchen por lo que sueñan, que al
final del día lo peor que puede pasar, es que no consigan sus objetivos, pero
encontrarán otra forma de como si hacerlo.
Bendiciones a todos, nos leemos
el próximo año.