miércoles, 2 de diciembre de 2015

La Fogata



Lentamente la fogata  se consumía, la noche empezaba a ser demasiado abrumadora, mi mente nublada por el dolor de saber que la perdí para siempre, deseaba derramar alguna lágrima que me hiciera descansar, tristemente no pude hacerlo, crecí entre dureza y es complicado demostrar lo que siento, entonces, ahí estaba yo, en medio de la nada, en compañía de mi inseparable botella de coñac,  alejado de la población en aquella noche fría, mis ojos eran testigos de como el fuego poco a poco desaparecía, cosa rara, porque eso me hacía recordarla , me hacía pensarla, el saber que esa fogata representaba lo que nosotros vivimos, porque al encenderla las llamas eran poderosas, hermosas, bellas, pero la descuide y sin dificultad se apagaba, no era posible poder comparar aquello con el amor, pero así fue, aún recuerdo su sonrisa , sus palabras, sus caricias, sus manías, sus reclamos, su ser, su olor, su mirada, la conocía tanto que podía terminar algún comentario que ella hiciera, pero, pues todo eso se consumió.

La noche era demasiado fría, me quedaba sin el calor que la fogata me brindaba, mi coñac como todas las noches se terminaba rápidamente,   ese momento tan tétrico me hacía pensar incongruencias, me hacía reflexionar y pensar volver con ella, luchar por reconstruir lo que antes fue, o mejor, iniciar un nuevo amor, un nuevo comienzo, sin ataduras, sin esconder lo peor de ambos, pero sobre todo con comunicación, esto, es una incongruencia tan grande porque he dicho estos años, que no volveremos a estar juntos, primero porque no nos aguantamos y segundo, por ser un orgulloso.  Pero la verdad es que sigue viviendo en mi mente y corazón  y la pregunta es  ¿y lo que siento, debo demostrárselo?

Las horas trascurrían con rapidez, el fuego se apagó, así como nuestro amor, decidí levantarme y entrar en mi coche, me sentía tan solo, por primera vez tenía esa sensación que nunca imaginé presenciar, al dirigirme a mi carro, pensé en correr a sus brazos, en salir huyendo de ese lugar y visitarla a su casa, pero, va a decir que estoy loco, que debo dejarla descansar, que ya no la busque, que yo fui el culpable de nuestra ruptura, pero sé que en el fondo aún puede sentir algo por mí. Al recostarme en el asiento trasero, y ver el cielo de mi carro, no podía conciliar el sueño, mi cabeza daba vueltas, me quería reventar, pero después de largas horas de estar recostado, por fin decidí volver a luchar por ella y fue entonces cuando dormí.

Esa noche fue decisiva para mí, al día siguiente, sin bañarme, sin rasurarme,  con el sabor de alcohol  en mi boca que fue mi único acompañante aquella noche,  manejé como un maníaco, fueron los 30 minutos de mayor desesperación, me detuve a unas cuadras de su casa, recordé que cerca de ahí  había una florería, así que compré tulipanes y rosas, estaba convencido que le encantarían.


Al fin había llegado a su casa, tenía demasiado miedo, estaba nervioso, no quería bajarme de mi vehículo, hasta que de pronto, veo que se abre la puerta de su casa, mi corazón comenzó a latir rápidamente,  las piernas me temblaban, estaba emocionado porque posiblemente por la ventana vio que me estacioné fuera de su casa, mis ojos desprendían un brillo como aquel que tuvo cuando  nos besamos por primera vez, pero, quien salía no era ella, nunca olvidaré aquel chico con buena apariencia, detrás de él, salió la mujer que aún era dueña de mi corazón,  no se dio cuenta de mi presencia, los observé por minutos, él le hablaba, ella sonreía, él acariciaba su cabello como yo lo hacía cuando empezábamos a salir, ella correspondía,  ella sonreía, reflejaba alegría, reflejaba felicidad, hasta que por fin se despidieron, él, la tomó del rostro, la miró fijamente y besó su frente, ella sonreía, la vi nerviosa, la vi enamorada,  y entonces  fue cuando  me di cuenta, que ella podría ser feliz, con una persona que cuide de los detalles, y sobre todo que  la hace sonreír en lugar de llorar, porque aquel buen muchacho la veía con amor y con ternura, aquel buen hombre pudo hacer lo que yo no mantuve, reconstruir lo que yo despedacé , encender una bella fogata en su corazón…


Alrez_

No hay comentarios.:

Publicar un comentario