El primer beso que nos dimos nunca lo
olvidaré, ese instante lleno de emociones, en donde no sé si la sorpresa o el
mismo amor fue el que prevaleció, beso que representó la fricción de dos trozos
de madera que inició el fuego de un amor puro, sincero, de lo más hermoso que
quizá podré experimentar en mi vida, fue un momento completo.
Los días y meses pasaron, la
fogata se hacía aún más fuerte, crecía lentamente , el amor era la viva
representación de dos almas perdidas que no sabían qué hacer con sus vidas
hasta que por fin se encontraron, estaban perdidas pensando que su rumbo era
seguir adelante, pero me di cuenta al igual que tú que el destino era
encontrarnos, era vivir una de las historias más lindas que el mismo creador
había visto en sus miles de años de existencia.
Pero no fui capaz de cuidar todo
esto, regresaron a mí, todas aquellas malas costumbres que algún día me
hicieron perder a la gente que más quería, regresaron a mí las dudas, permití
que la gente hablara de algo que no conocía, le di oportunidad a la duda, a los
celos y ¿qué hicieron? Regresaron con tanta fuerza que como agua fría apagaron de
inmediato el fuego que con dificultad habíamos generado. Palabras, chismes,
dichos de terceros fueron detonante para dudar de tu querer. Atormentado por “el
qué dirán” tomé la decisión más absurda de mi vida, alejarme de ti creyendo que
los errores eran tuyos, cegado dije cosas de las que hoy me encuentro
arrepentido, cosas que nunca sentí, pero sabía que esto te pegaría directamente
a ti, que estúpido fui.
Hoy después de tanto tiempo, de
tantas copas, de tantas mujeres, me doy cuenta que nunca podré sacarte de mi
pensamiento y mucho menos del corazón, fuiste y serás mi más bella coincidencia,
mi mejor y el más triste recuerdo, no sirve de nada querer
borrar con alcohol tus besos de mi mente, de nada sirve intentar olvidar tu
aroma con cigarros, porque por más que intento olvidarte, más presente te
encuentras. Sé que el error más grande fue dejarme llevar por lo que la gente
decía, olvidando por completo lo que tú y yo vivimos, sé que el error más
grande fue dudar de tu querer, cuando por dentro, sabía que me amabas, a tu
forma de ser, pero lo hacías y todo eso se derrumbó, se apagó, se consumió. Hoy
vives como el recuerdo más lindo de mi vida y espero, que, si en verdad existe
la reencarnación, pueda volverte a encontrar, pero esta vez para valorar tu
amor. A veces quiero pensar que lo nuestro era lo perfecto en un momento
equivocado, pero me doy cuenta que estábamos en el tiempo y espacio suficiente
para coincidir, pero lo destruí. De corazón espero que encuentres a esa persona
que pueda cuidarte como yo no lo supe hacer.
Alrez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario