Y ¿Después de ti qué sigue? Esa pregunta
ha rondado por mi mente durante las últimas semanas, en este momento no dejo de
pensarlo, pues fueron muchos años los que pasamos juntos, tanto tiempo, tantas
cosas vividas, puedo decir que gran parte de mi juventud, tú, la viviste
conmigo.
Y por más que pase el tiempo, no
puedo olvidar lo importante que fuiste para mi vida, la llenaste de color, de
amor, de impulso, hoy gracias a ti, soy quien soy, porque me enseñaste que a
pesar de cualquier tropiezo siempre tendré la oportunidad para levantarme, puedo
decir, me sacaste de la mediocridad en la que vivía y de eso siempre estaré
agradecido contigo.
El pasar tanto tiempo juntos me
demostró que eres única, que en este mundo no hay nadie que te iguale, porque a
pesar de las circunstancias, tú, siempre has tenido el valor para salir
adelante, para enfrentar adversidades, pero sobre todas las cosas y aunque mal
te paguen siempre tendrás el corazón para ayudar a la gente.
Pero, la pregunta sigue siendo la
misma ¿y después de ti qué sigue? Realmente hace tiempo no daría una respuesta
acertada, quizá por tener algunos resentimientos, de los cuales no eres
culpable, aquí el culpable siempre fui yo, no supe valorar y mucho menos lidiar
con una persona completamente libre, pero todo esto, hoy comprendo que fue
necesario.
Desde hace tiempo quería plasmar
estas palabras, porque sé que un día las leerás y sabrás que hiciste de mí una
mejor persona, que aún conserva muchos problemas emocionales, sin embargo, te
doy las gracias porque me hiciste ser más exigente en todos los aspectos,
profesionales, académicos y de pareja, donde en este último, si te culpo, porque
la exigencia se incrementó mucho en este apartado, quiero dejar claro que para
nada te estoy comparando, solo es un simple comentario.
Te amé con todas mis fuerzas, sé
que no lo hice de la forma correcta, hoy tienes un lugar muy importante en mi
corazón, estoy feliz porque sé que encontrarás esa persona especial que logrará
cuidarte para toda la eternidad y debo decir, que hoy tengo la respuesta a la pregunta
que ha estado en mi mente durante todo este tiempo.
¿Después de ti qué sigue? Sigue
agradecerle a Dios el haberme permitido ser parte de tu vida durante mucho
tiempo, agradecerle al creador el haberme puesto a una mujer como tú que me
apoyó durante mucho tiempo e hizo de mi
un mejor ser humano, agradecerle
a la vida por permitirme cruzar en el camino de personas como tú, sinceras,
bondadosas y sobre todo maravillosas, eso es lo que sigue, porque con el tiempo
me di cuenta, para que puedan cicatrizar las heridas, debemos curarlas nosotros
mismos y la mejor forma es agradeciendo. Hoy te digo gracias y deseo que la vida te
dé todas esas bendiciones que mereces y sobre todo gracias por el nombre…
Alrez.
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